Peces de ciudad – Joaquin Sabina

LETRA DE «PECES DE CIUDAD» ——— ABRIR → Linda contemplaba el Campeonato de tenis que se jugaba en silenciosa y reducida reproducción en la pantalla del aparato de televisión. Las pequeñas figuras corrían de un lado a otro del pequeño rectángulo del cristal iluminado, sin hacer ruido… como peces en un acuario. (…) En realidad, si tuviera un poco de sentido común, comprendería que este castigo es más bien una recompensa. Le enviarán a una isla. Es decir, le enviaran a un lugar donde conocerá al grupo de hombre y mujeres más interesantes que cabe encontrar en el mundo. Todos ellos personas que por una razón u otra, han adquirido excesiva conciencia de su propia individualidad para poder vivir en comunidad. Todas las personas que no se conformaron con la ortodoxia, que tienen ideas propias. En una palabra, personas que son alguien. Fragmentos de «Un mundo feliz» de Aldous Huxley – – – – – – – – – – – – Se peinaba a lo garçon la viajera que quiso enseñarme a besar en la gare d’Austerlitz. Primavera de un amor amarillo y frugal como el sol del veranillo de San Martín. Hay quien dice que fui yo el primero en olvidar cuando en un si bemol de Jacques Brel conocí a mademoiselle Amsterdam. En la fatua Nueva York da más sombra que los limoneros la estatua de la libertad, pero en desolation row las sirenas de los petroleros no dejan reír ni volar y, en el coro de Babel, desafina un español. No hay más ley que la ley del tesoro en las minas del rey Salomón. Y desafiando el

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